Sin lugar El tipo de reacción nuclear que alimenta las centrales eléctricas actuales es la fisión: la cual consiste en la división de átomos para liberar energía. La fusión, por su parte, fuerza a los átomos de hidrógeno a unirse, produciendo una gran cantidad de energía y, lo que es más importante, una cantidad limitada de desechos radiactivos.
Durante décadas se ha buscado una forma de crear reacciones de fusión eficientes para producir energía limpia. Sin embargo, las reacciones de fusión han demostrado ser difíciles de controlar y, hasta la fecha, ningún experimento de fusión ha producido más energía de la que se ha invertido para que la reacción funcione.
Los físicos del Imperial College London ya están ayudando a analizar los datos. Con este experimento se ha logrado producir más de 1.3 megajulios de energía. La clave reside en unos 200 rayos láser que fueron enfocados hacia un punto diminuto, del diámetro de un cabello humano. El resultado fue sorprendente: se creó una mega explosión de energía que superaba hasta en ocho veces los registros de otras investigaciones.
La fusión controlada en el laboratorio es uno de los grandes desafíos científicos definitorios de esta era y este es un paso adelante trascendental. Si bien el último experimento aún requirió más energía de la que emitió, es el primero que se sospecha que alcanzó la etapa crucial de ‘ignición’, que permitió producir considerablemente más energía que nunca.
Existen dos formas principales en las que los investigadores están tratando de producir energía de fusión. El más importante se realiza por confinamiento inercial, que utiliza un sistema de láseres para calentar pastillas de combustible produciendo un plasma, una nube de iones cargados.
Las reacciones de fusión liberan varias partículas, incluidas las ‘alfa’, que interactúan con el plasma circundante y lo calientan aún más. El plasma calentado luego libera más partículas alfa y así sucesivamente, en una reacción sostenida automáticamente, un proceso conocido como ignición.
Sin embargo, este proceso nunca se había realizado completamente antes, hasta ahora. Los resultados del experimento indican una producción de energía de más de un megajulio, que marca uno de los umbrales acordados para el inicio de la ignición y es seis veces la energía más alta alcanzada anteriormente.
Fuente: Imperial Collegue London