Por Erika Domínguez, Directora de Estrategia y Comms de KIO Networks.
El 9 de marzo será recordado como el día en que miles de mujeres mexicanas se sumaron a la iniciativa #UnDíaSinNosotras, un acto de simbólica desaparición que dejó en claro la importancia del 40% de la fuerza laboral que representamos a nivel nacional, ya que sumamos más de 22 millones de mujeres quienes desarrollamos alguna actividad económica, por lo que un día de paro podría tener un impacto de más de 26 mil millones de pesos, de acuerdo con un cálculo del Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección (CIMAD).
Ahora, la pregunta que nos debe ocupar es: ¿qué sigue después de #UnDíaSinNosotras? En el caso del sector de TI, donde las mujeres representamos el 17% de los puestos de trabajo, estamos convencidos de seguir trabajando para atraer a más niñas y adolescentes a carreras relacionadas con matemáticas y ciencias, STEM por sus siglas en inglés.
Estamos convencidos que la tecnología requiere sumar el talento de todos, ya que su propia naturaleza es ser profundamente incluyente. Las soluciones, la innovación, la eficiencia y la capacidad transformadora que tiene es impulsada por el talento y en beneficio de toda la sociedad.
Tenemos la oportunidad de impulsar más espacios donde las mujeres puedan consolidar su capacidad y liderazgo. De acuerdo a diversos estudios, las niñas encuentran barreras para optar por carreras ligadas a ciencias y matemáticas alrededor de los quince años, en parte por los estereotipos, la falta de información sobre el surgimiento de nuevas aplicaciones laborales como son las tecnologías disruptivas y también por la falta de mujeres líderes más visibles en el sector.
El reto que tenemos después del 9 de marzo es fortalecer culturas laborales que apoyen la consolidación de equipos diversos, multiculturales, con capacidad de tomar riesgos, perseverancia y proyección a largo plazo para innovar, desarrollar nuevas soluciones, transformar industrias y construir un mejor futuro.
En términos económicos, por ejemplo, fortalecer la equidad de género -en cualquier sector-, podría implicar sumar hasta 28 mil millones de dólares a la economía mundial para 2025, según datos del McKinsey Global Institute.
Sin duda, veremos un antes y un después del paro nacional del 9 de marzo. Nos deja claro que estamos ante un momento crucial, donde tenemos la oportunidad de apoyar el talento, fortalecer la inclusión, así como detonar la innovación, crecimiento y transformación de nuestra sociedad.