Por: Luis Mejía Director de KIO Managed Services
Las organizaciones de todo tamaño se han enfrentado con el reto de adaptarse en muy poco tiempo, a un nuevo normal donde el trabajo a distancia se convirtió en el principal aliado, aunque no exento de desafíos, incluso entre aquellos sectores e industrias que ya contaban con esta práctica, la cual debió extenderse de manera rápida a toda la organización, en vez de a ciertas áreas como quizá había estado operando anteriormente.
En menos de un mes, las empresas debieron hacer un inventario de todos los programas, licencias y aplicativos que requerían para llevar a cabo su día, y que estaban alojados en computadoras de escritorio. Por su parte, los colaboradores debieron informar sobre los requerimientos tecnológicos que necesitaban para poder llevar a cabo su labor del día a día, de manera remota y dispersa.
Así, una de las principales inquietudes de las organizaciones era qué tan rápido podían garantizar accesos a las plataformas tecnológicas necesarias para la continuidad del negocio, desde diversos puntos, con los mismos estándares de seguridad; con el desafío adicional de que para muchas industrias y empresas, es necesario no sólo dar seguimiento, también deben dar resultados auditables por temas de cumplimiento de normatividad.
Si una de las tendencias ya era el uso de espacios virtuales de trabajo (Digital WorkSpace) para fortalecer el trabajo remoto, en este nuevo contexto se ha vuelto un aliado imprescindible, ya que al ser una solución basada en Nube, permite generar un “espejo” de los ambientes tecnológicos utilizados por las empresas, a los que se puede tener acceso desde cualquier dispositivo, cumpliendo todos los estándares de seguridad.
Al ser una emulación virtual de los espacios que tradicionalmente utilizan las compañías para trabajar, implica también un mejor uso de recursos, pues se utilizan los programas, aplicativos y licencias previamente adquiridas, incluso aquellas que son desarrolladas por las propias empresas.
Otro aliado son los servicios de respaldo (Backup as a Service), el cual permite resguardar y utilizar la información tanto del día a día como la histórica, que se genera en procesos críticos de negocio: desde facturación hasta seguimiento de inventarios por mencionar algunos ejemplos.
Sin duda, las empresas tienen un papel clave en esta nueva normalidad como adoptadoras e impulsoras de las soluciones tecnológicas que permitan innovar la manera en que se llevaba tradicionalmente el día a día del negocio, en especial, una vez que ya han probado de manera efectiva nuevos procesos que garantizan resultados, de manera transparente, ágil, segura y colaborativa.