Por: Bernardo González - Chief Alchemist Officer de KIO Networks
En 2009 se utilizó por primera vez el término de Blockchain, más asociado con el nacimiento de la más famosa de las criptomonedas: Bitcoin. Una década después, el Blockchain es reconocido por sus propios méritos y su aplicabilidad en el cuidado de la información, transparencia y visibilidad de transacciones de manera descentralizada.
Hasta el momento, el sector financiero es el que más ha innovado en el uso de esta plataforma, aunque hay otros sectores e industrias con necesidad de visualizar y cuidar grandes cantidades de datos ya sea para proveer un servicio -como la salud pública- asegurar identidad digital para contratos, eficiencia en los trámites, sólo por mencionar algunos de los impactos positivos inmediatos.
Sin embargo, en la medida que se adopte Blockchain para ciertos procesos, como las licitaciones, se ganará cada vez más eficiencia, ya que todos los involucrados tendrán plena visibilidad de las condiciones del proceso y se fortalecerá el acceso óptimo y simultáneo de los datos verificados, puesto que cada bloque de información se conforma con datos verificados y se necesita el consenso de al menos el 51% de los participantes para aceptar cambios.
Las industrias también consideran un aliado contar con esta plataforma, en especial aquellas que, por su naturaleza, son altamente complejas tanto en la conformación de la cadena de valor como en la visualización de transacciones y la necesidad de documentar mejores prácticas corporativas, así como cumplimientos normativos.
Una de las principales preocupaciones, tanto para el sector público como el privado, es la enorme cantidad de información y datos requeridos y el manejo seguro de los mismos; por eso, una de las tendencias es la combinación de los datos obtenidos a través del Internet de las Cosas (IoT) y las ventajas de una plataforma como Blockchain en el manejo de grandes volúmenes de información sensible que requiere de extrema seguridad.
La combinación de ambas permitiría el consenso y desarrollo de modelos orientados a validar la información antes de incorporarla en una red, sin un sistema central que pudiera ser atacado, gracias a las características y arquitectura tecnológica.
Así, más allá de un primer reconocimiento como la plataforma que hizo posible el nacimiento y desarrollo de las criptomonedas, Blockchain ofrece una nueva puerta de cómo concebimos los sectores económicos, la forma en que validamos la información, obtenemos productos y servicios, e incluso, nuestra propia relación con nuestra identidad digital.